Todas las investigaciones nos llevan a pensar
que el primer mecanismo de ruedas dentadas fue inventado
por el chino I Hing en el año 726.d.C ,así que no es descartado pensar que
fueron las mismas civilizaciones de la antigüedad clásica los que hiciesen el
primer artilugio mecánico para medir el
transcurso del tiempo
Si tenemos
en cuenta el periodo de la historia que transcurrió desde la desintegración del
imperio romano de occidente en el siglo V, hasta el siglo XV nos encontraremos
con un espacio de tiempo donde no existe
documentación alguna sobre el
adelanto de los sistemas de ruedas y
engranajes (relojes), ello no es indicativo de que no siguiera evolucionando el
arte de la relojería
Siendo este
un capítulo de vital transcendencia para la investigación de algunos artífices
relojeros de la Hispania y que en su momento trataremos, pues es bastante probable que la transmisión de
conocimientos fuese propagada por el sur de Europa
La siguiente pista aparece en los dibujos o
grabados del manuscrito Le Román de la
Rose, poema alegórico de amor cortes
y cuyas enseñanzas éticas y estéticas nunca dejan de sorprenderme por su
indudable sutileza
Tenemos que
tener en cuenta que esta obra se elaboró entre 1225 y 1250, escrita por Guillaume de
Lorris y continuada por Jean de Meung
En 1334, Suso tradujo esta obra al latín, pero al hacerlo, aumentó considerablemente su contenido, hizo de él, un libro casi totalmente nuevo, al que le dio el nombre Horologium Sapientiae, aún más elaborado que el original, terminado en en lenguaje, rico en imágenes, ritmo y movimiento, se convirtió en un libro favorito en los claustros al final de la Edad Media, no sólo en Alemania, sino también en los Países Bajos, Francia, Italia y Inglaterra.
Acercando los datos el siguiente adelanto en
la medición del tiempo, fue la creación de relojes con movimiento propio, que
no dependían de lo de los cuerpos celestes.
Especulando
con fundamento hemos llegado a la
conclusión que al principio
no sería más que una barra horizontal, embutida en un eje vertical sacudido a intervalos
más o menos regulados por la rueda de escape, pero pronto pudieron introducirse
muescas para adelantar o retrasar el momento de inercia, colgando en ellas
pequeñas pesas (regulas), regulándose de este modo la marcha del reloj
(según las pesas se alejasen o acercasen al eje de rotación del foliot, la
marcha sería más rápida o más lenta
El foliot está caracterizado por tener el
escape perpendicular al eje de giro
principal del reloj (Escape Vergé)
sobre éste hay una rueda dentada que es movida por dos pesas colgando de una polea
(los pesos suelen ser piedras elegidas apropiadamente por su peso), esta rueda
empuja dos paletas fijadas a una varilla que hace mover a una barra horizontal
oscilante, en forma de cruz, en dirección opuesta.Al no disponer de regulador la precisión de este reloj no era muy buena, llegando a perder más de dos horas al día
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