Este breve paso por la medición del tiempo en la antigüedad,
es un comienzo, una forma de empezar, es también un material el mostrado en
anteriores entradas, extraído de innumerables libros que han ido recogiendo
testimonios de estos artefactos. Seguir sus pasos es como sumergirnos en la propia
cronología de las primeras civilizaciones del mundo; en su línea de tiempo
Hoy conocedores
de los últimos descubrimientos científicos
volvemos a mirar a las estrellas,
apuntando a la mayor precisión posible, de hecho los relojes más precisos son lo pulsar. Estrellas
de neutrones que emiten radiaciones
electromagnéticas a intervalos regulares y muy frecuentes. Su margen de error
es de un segundo cada 100 millones de años.
El Púlsar emite ondas electromagnéticas en la dirección de su propio eje magnético, desplazado respecto al de rotación.
Estas estrellas se comportan como faros que emiten luz electromagnética en determinada dirección cada vez que giran.
La señal del primer púlsar detectado tenía un periodo
de 1,33730113 s. Este tipo de señales únicamente se puede detectar con un radiotelescopio.
De hecho, cuando en julio de 1967, Jocelyn Bell y Anthony
Hewish detectaron estas señales de radio de corta duración y
extremadamente regulares, pensaron que podrían haber establecido contacto con
una civilización extraterrestre, por lo que llamaron tentativamente a su fuente
LGM (Little Green Men u Hombrecitos verdes).
Tras una rápida
búsqueda se descubrieron 3 nuevos púlsares que emitían en radio a diferentes
frecuencias, por lo que pronto se concluyó que estos objetos debían ser
producto de fenómenos naturales. Anthony
Hewish recibió en 1974 el Premio Nobel de Física por este
descubrimiento y por el desarrollo de su modelo teórico. Jocelyn Bell
no recibió condecoración porque sólo era una estudiante de doctorado, aunque
fuera ella quien advirtió la primera señal de radio.
Hoy en día
se conocen más de 600 púlsares con periodos de rotación que van desde el milisegundo a
unos pocos segundos, con un promedio de 0,65s. La precisión con que se ha
medido el periodo de estos objetos es de una parte en 100 millones.
Con todo esto avanzamos en tiempo y en
espacio forjamos una cultura” la nuestra” que empieza a globalizarse a grandes
pasos convirtiéndonos en otra nebulosa, cada vez más apasionante pero que también debe ser analizada desde distintos
campos
Ahora bien y
sin entrar en materias que nos entrelacen estrechamente con el firmamento y por situarnos en una banda
que pueda dar origen a la reflexión
debemos recordar la síntesis de la denominación de cultura
Cultura
es todo aquello, material o inmaterial (creencias, valores, comportamientos y
objetos concretos), que identifica a un determinado grupo de personas, y surgen
de sus vivencias en una determinada realidad. Dicho de otro modo, cultura es la manera como los seres
humanos desarrollamos nuestra vida y construimos el mundo o la parte donde
habitamos; por tanto, cultura es el desarrollo, intelectual
o artístico. Es la civilización misma.
Cultura (en latín: cultura, 'cultivo') lo es hasta el
punto, que a mediados del pasado S. XX había
recopiladas 164 definiciones de “cultura”
Esperemos poder aprovecharlas todas en el viaje que
nos conducirá hacia la construcción de los primeros relojes mecánicos
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