miércoles, 4 de junio de 2014

Los relojes de la Catedal de Toledo -1ª Parte



 Si a los relojes de la  Catedral de Coria, solamente  hemos podido  dedicarle un estudio somero  y con  una sola visión (Técnica) que  ha atendido más a los mecanismos  sus sistema de transmisión y sus constructores,  es debido a la falta de documentación , de la que no dudamos iremos incorporando a medida que avancemos .
los relojes de la Catedral de Toledo por contrario  ,gozan  de abundante  documentación  que fue recogida  por Parro y de cuyas reseñas  no deja indiferente  Luis Montañés Fontela  que con ávida agudeza y sentido  del pensamiento, visto desde la época más reciente .facilita la labor de esta investigación
Lo que sí es bien cierto es que esta autora también hace su propia reflexión, sobre el estado de las cosas.
Ya en entradas anteriores de este blog  ( Escape de retroceso)  y  queriendo dejar de manifiesto las tribulaciones que en aquella época colapsaron y suprimieron  las escuelas de relojería y el avance tecnológico de este arte; hicimos mención de  nuestro ilustre relojero Español  Manuel Tomas Gutiérrez , constructor del reloj de la Catedral de Toledo, así pues pasamos a mencionar algunos datos  característicos de las torres de la Catedral  y posteriormente  la muy ilustrada mención  del Historiador Luis Montañés Fontela
Una de las características que confieren a la Catedral de Toledo, es que cuenta con una única torre, algo poco habitual en el estilo gótico. Entre 1424 y 1888, en el que la Catedral poseyó dos torres, aunque el rango de la principal fuese muy superior al de la segunda.
La denominada Torre del Reloj. Fue  edificada en tiempos de Alvar Martínez en la misma época que la torre principal (1424), fue modificada ampliamente en el siglo XVIII, añadiéndose un cuerpo con campanas y una afilada aguja como remate de la torre.
Se ubicaba junto a la Puerta del Reloj, de ahí su nombre, pues la torre en sí, nunca tuvo reloj. 


En 1888,  fue demolida  por su estado de ruina





La Catedral de Toledo es uno de los conjuntos catedralicios españoles más conocidos internacionalmente. Encierra entre sus muros, fachadas, puerta, capillas, la memoria de gran parte de los acontecimientos religiosos, históricos y políticos que se sucedieron en España, y en gran parte del mundo. Posee la condición de Iglesia  Primada de España por haber sido, y ser, protagonista de todos los acontecimientos que se desarrollaron en España desde su construcción.


 Cuando nos referimos a  la Puerta del Reloj, tenemos que saber  que  también  es conocida como Puerta de la Feria (porque tenía salida o entrada a la zona donde antiguamente en Toledo se celebrara la Feria) o de la Chapinería  y esto para aclarar los muchos nombres que recibe y no dar lugar a dudas sobre el trabajo de investigación al que se refiere Luis Montañés Fontela


                Esta puerta está dividida en dos partes bien diferenciadas, un primer cuerpo, que corresponde con la puerta propiamente dicha, la más antigua de todo (siglo XIV), y un segundo cuerpo encima de la portada de estilo neoclásico añadido posteriormente y que alberga el famoso reloj.

                Sobre este cuerpo de portada, se encuentra el añadido neoclásico (siglo XVIII) realizado por el famoso arquitecto Durango. Esta obra se realizó como medida de consolidación por el mal estado de la piedra en esta parte de la fachada de la Catedral.






Hemos de aclarar y así también lo manifiesta   Luis Montañés que en la Catedral de Toledo  hay dos relojes de Torre , uno realizado a finales del S. XVIII obra primorosa de nuestro principal artífice relojero  Manuel Tomas Gutiérrez y otro reloj que data de 1880 y al que nuestro historiador  apenas menciona por considerar que se trata de un moderno reloj francés  de producción industrial; en cambio para nuestra época y teniendo en cuenta que no se repetirá  la fabricación , no resulta nada moderno y dado que la mayoría de los relojes de torre están en un inusitado abandono no sería correcto  dedicarle unos renglones  a este precioso reloj Morezien cuyo modelo se repite en alguna otra Catedral de España









Modelo  de Pablo Odobey,
Adquirido por el cabildo en 1888
Suena horas,  cuantos,  repetición
Ocho días cuerda





El primer reloj  construido por nuestro más ilustre relojero Manuel Gutiérrez, es el que posee las esfera (Gutiérrez 1792) indicadoras  de las horas al exterior, siendo en segundo el encargado de los toques, asi pues dejamos claro desde el primer momento  cual es el primer y el segundo reloj (Morez 1888)

Puesta la vista en una futura restauración de este bellísimo reloj, no es difícil imaginarse poder seguir los pasos de su historia, no en vano la documentación sobre la que se basa Luis Montañés  data de 1857 fue facilitada por Sixto R Parro , en la obra Toledo en la mano.

No hay párrafo del señor Parro que no sea comentado por Montañés hasta tal punto que en alguna página declara la inevitable fusión con el documentalista, al  que ha convertido en co-autor del estudio sin haberlo pretendido. En todo caso clara defensa de un  artista sin paradón de este arte de la relojería
Algo parecido me ocurre a mí  y a medida que voy leyendo el estudio de Luis Montañés, pienso lo poco cambian las cosas de los profesionales a pesar de los siglos, parecen vivir en un tiempo recurrente, donde las dotes del artista se malentienden ¿será cuestión de mitigar los genios? en fin  merece la pena leerlo y que cada cual saque sus conclusiones

El reloj de la Catedral de Toledo
Por Luis Montañés Fontela




Este reloj que vino a suplantar al reloj de Manuel Tomas Gutiérrez está situado en la torre grande y es en cierta manera responsable de la “mudez” del de Gutiérrez, que  desde entonces funciono a medio gas, inutilizando los elementos que más tarde mencionaremos.
Así pues no cabe duda que el Morez del Jura, realiza solamente una función “sonora” sin duda alojado en una  incomparable caja de resonancia.