Una de las ideas
que Real Sociedad Económica Matritense
intento llevar a cabo para sus políticas de desarrollo tecnológico, fue la
creación de una Escuela de Relojería, para tal labor solicitaron la ayuda de
Manuel Tomas Gutiérrez, que envió su
proyecto el 12 de diciembre de 1776.
Solo seis días más tarde, la clase de Artes y
Oficios -sección especializada de la Económica Matritense - designo una comisión
para su examen.
En su
proyecto nuestro relojero se comprometía a costear todos los gastos derivados
de la erección de la Escuela, su compromiso era educar en estas disciplinas a
doce o más aprendices, durante un periodo de siete años
Ni que decir
tiene las condiciones en que estos
discípulos deberían aprender tales artes
claramente señalados en el monográfico de Antonio Manuel del Moral Roncal ; si bien esto era lo normal para el aprendizaje
de cualquier disciplina en una época donde el Estado no acariciaba ni por lo más
remoto becar a los alumnos , tampoco era reconocida la figura de algún
patrocinador o mecenazgo entregado a
subvencionar “futuribles” así que el compromiso de nuestro Relojero entraba dentro de lo
normalizado durante la época . Esto era que solo se recibía salario una vez
terminado el aprendizaje de los tres primeros años, aumentando sucesivamente en
cada uno de los siguientes (siete reales al día)
Gutiérrez
solicitaba para poder empezar su proyecto que la Real Academia de San Fernando,
le consiguiera el alquiler gratuito de una casa donde poder empezar a impartir
sus clases a, un sueldo como director de la Escuela de Relojería durante los
primeros tres años y medio, cuya cantidad dejaba al arbitrio de los “Amigos del País”. Asimismo solicitaba un
préstamo para la compra de herramientas, maquinarias y materiales
Aunque hoy en día nos parezca extraño esta forma de encarar un proyecto educativo, donde
apenas se distingue al maestro del empresario, en aquel tiempo suponía cierta
ruptura con la enseñanza tradicional defendida por los gremios y concretada en los” Asientos de Aprendizaje”
Por otra parte en su programa de educación
profesional se comprometía a enseñar la construcción de todo género de relojes
de faltriquera así como de acero y latón de manera que llegaran a perfeccionarse
en el oficio hasta poder competir con la producción de los talleres ingleses y
suizos; cuestión que por otra parte perseguía la clase Ilustrada
En mi opinión el proyecto que Manuel Tomas Gutiérrez presento a la Real Sociedad Económica, era de
un claro
Avance;
Ninguna de
las cuestiones planteadas eran equivocadas, cualquier enseñanza que se
implantara hoy en día requeriría en
parte de los requisitos impuestos por nuestro protagonista
Centro docente auspiciado por los Gobiernos
Dirección del Centro
Compromiso con el programa de educación
Cooperación
con las nuevas políticas que
perseguían los Ilustrados
Sin embargo al demandar finalmente Don Manuel Tomas Gutiérrez
“privilegio
exclusivo para la fábrica y venta de los mencionados relojes de acero por
tiempo de diez años y por consiguiente para que ninguno los pueda fabricar
introducir y vender bajo penas”
Fue suficiente para
que los mentores de las
sociedades Económicas, entre otros el conde Campomanes, se considerara
contrario a dicho plan por considerar que esta cláusula temporal de
exclusividad podría considerarse “patentes” Luego uno de los pensamientos (o tal vez imposiciones ) de la clase
ilustrada era que tales concesiones impedían la modernización tecnológica de la
Monarquía .
Por otra parte y teniendo en cuenta que la mayoría
de los fondos de la Sociedad provenían de una asignación de la Hacienda Real,
el proyecto fue elevado al Consejo de Castilla. Siendo rechazado por la Monarquía
El consejo manifestó que en aquellos momentos ya se
sufragaba una escuela en la Villa de la Corte bajo la dirección de los hermanos
relojeros Pedro y Felipe Charots
Retroceso
Curiosamente y como viene siendo desafortunadamente en
nuestro país, tales informes y proyectos fueron utilizados para la creación de
la Real fábrica de relojería que fue aprobada en 1788 por Carlos III ; dirigida
por el presbiterio Vicente Sion con Abraham Matthey como Maestro principal.
Tan solo funciono cinco años, informes contrarios a
su funcionamiento y la muerte del rey provocaron su cierre.” Lo que hoy
denominaríamos una violación de propiedad intelectual con financiación a cargo de los intereses de
una clase dirigente en clara decadencia”.
Independientemente de todos los aconteceres el espíritu
de Don Manuel Tomas Gutiérrez parecía ajeno a las circunstancias , su
privilegiada constancia , si es que esto
es un privilegio , consiguió que la Real Sociedad Económica volviera de nuevo a fijarse en sus
maquinarias e invenciones ; hasta tal punto que
al no poder hacer concesiones de privilegio de patentes sobre sus
inventos , todos vinculados con la relojería y joyería los” Amigos del País”
decidieron proponer a Manuel Tomas Gutiérrez como socio de Merito de la Real Sociedad
Matritense además de plantearle de nuevo la posibilidad de elevar un memorial
al Rey para sufragar una “ Real Escuela de Maquinaria “, este sería el segundo proyecto
planteado y que tampoco se llevó a cabo por la fundación de este centro profesional
; las cuestiones de este nueva pre rogatoria quedan maravillosamente desglosadas en este
monográfico de Roncal
Tan solo una connotación, en España tal revolución, se puede decir que fue lenta, tardía e insuficiente e incluso no sabríamos decir en que marco temporal se desarrolla el proceso
La organización del programa de la Real Fábrica de Relojería, propuesto por Don Manuel Tomas Gutiérrez contaba con seis secciones
1.- Sección de Maquinas (Inversión en materiales y herramientas). A su cargo estarían tres oficiales y tres aprendices.
2.-Secion de caxas: con dos oficiales y dos aprendices
3.-Seccion de muestras de porcelana para los adornos de los relojes: con dos oficiales y dos aprendices
4.- Sección de Muelles, principales: con tres oficiales y cuatro aprendices
5.- Sección de piñones tirados por hilera, cadenas y espirales donde señalaba que los cuatro aprendices necesarios podrían ser mujeres, pero no así los dos oficiales
6,- Sección de Reloxes con cuatro oficiales y seis aprendices
Gutiérrez no solo pensó en el mejor funcionamiento de la fábrica sino en competir con la producción extranjera, para ello aconsejaba la contratación de doce Maestros ingleses que aportaran a los españoles las novedades y técnicas que se estaban produciendo en el resto del continente. Incluso hace mención al ilustrado duque Leopoldo de Toscana que había acogido a numerosos maestros Suizos en su territorio dando facilidades para la instalación de familias al completo. Pensó en todos los detalles precisos para avanzar en un proyecto exitoso para su País incluidos los premios y gratificaciones tal y como aconsejaba el conde Campomanes
Estudio y definió los obstáculos que impedían el desarrollo de esta manufactura relojera, procurando salvar aquellos que habían impedido o trastocado la evolución de las técnicas durante siglos anteriores , tales como la desacertada formula de importar piezas y cajas de las naciones vecinas; proponía por tanto la creación de todos los componentes de los relojes en la propia fábrica .
Otra de las acciones propuestas no podrían estar más en clara línea con el pensamiento de la primera revolución industrial y también con el ideario ilustrado de las sociedades económicas y era la introducción de mano de obra femenina en los obradores con el objeto de rebajar los precios al abonar un sueldo inferior al de los hombres, a la vez que se regulaba también su trabajo en las manufacturas
Su dedicado empeño y el convencimiento de esta labor llevo a la Sociedad Matritense de Amigos del País ,a llamar , afamados relojeros españoles residentes en Londres, a fin de que estos verificasen y avalasen tal propuesta , pero estos nunca pudieron comunicarse pues las políticas del estos países impedían el trasvase de ideas conocimientos yasi como la difusión de la situación de su estado ;los comisionados llegaron a solicitar dictamen que nunca fue contestado por la prohibición del gobierno británico.
Así mismo Manuel Tomas, solicito que una comisión de los más refutados relojeros examinaran su plan por lo que la clase de oficios convoco a su junta del 5 de mayo a los siguientes maestros: José Liarte, Félix Bausac, Pedro Marechal, Alfonso Vizcaíno, Manuel Zerella, Casimiro Maroto, Joaquín Díaz y Sebastián Tiradas. A pesar de que todos fueron invitados, las rivalidades profesionales hicieron que solo asistieran el primero y los dos últimos,( afirma Roncal en su estudiado monográfico)
Finalmente los maestros relojeros elogiaron su plan al que reconocieron estar inspirado en un bosquejo suizo aplicado en la ciudad de Ginebra con excelentes resultados
Esta inestimable lectura hace comprender que el "Atraso Español" fue debido a la interferencia de las clases dominantes, que en definitiva no apoyaron nunca “el saber y sapiencia” , sino el plagio interesado que diera renombre y categoría a una elite incompetente
Como ya hemos dicho Don Tomas tampoco pudo intervenir en la Real Fábrica de Relojería , pues desgraciadamente once días antes, sus miembros habían aprobado subvencionar la erección de otra manufactura de relojes bajo la dirección del presbiterio Vicente Sion y Casamayor, que se situaría en la madrileña calle de Fuencarral
No es de extrañar pues que dicha fabrica fracasara, la falta de perspectiva unida a la rivalidad que en el siglo XVIII existía entre los grandes relojeros ,inclino la balanza hacia un modelo de enseñanza que no buscaba el conocimiento tecnológico ; existían dos modelos,uno basado exclusivamente en principios extranjeros y un segundo defendido por Tomas Gutiérrez, donde se mezclaban los conocimientos tradicionales de los talleres españoles con las innovaciones e incorporaciones de técnicas europeas
Si en algún momento se hiciese un profundo estudio documentado sobre la fuerte crisis que amenazo la existencia de la Real Fábrica de Relojería ; encontraríamos que sin educación profesional previa , ni dirección adecuada del centro, los costes de producción resultan tan altos , que deja de ser interesante su mantenimiento ; por tanto y quizás sin pretenderlo” Los Ilustrados y la Monarquía volvieron a otorgar a los talleres particulares de relojería la exclusividad de enseñar en un oficio donde el tiempo, es el que define la experiencia y capacidad empresarial
Es cierto que aquí no acaba la historia de este Real Relojero, su vida y obra están documentadas y estudiadas tanto el libro de Luis Montañés Fontela, como el monográfico de Antonio Manuel del Moral Roncal; ambos deberían ser obligada lectura para aquellos que intenten saber por qué el moderador impone ligeros retrocesos tras cada avance (Metáfora)
La medida del tiempo ha sido ardua labor atraves de la historia, demasiado compleja para querer ser capitaneada por deseos inmediatos
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