En este contexto hemos de colocarnos
para comprender mejor la vida y obra de
nuestros protagonistas” Los relojeros”
En el libro
de Werner Thomas (los protestantes y la inquisición en España en tiempos de la reforma” figuran unos curiosos cuadros numerados donde figuran los reos , estos
cuadros esquemáticos reflejan los
distintos oficios a los que pertenecían los reos; en el cuadro donde figuran
los relojero pueden contabilizarse tal número, que el mismo Warner Thomas
manifiesta sorprendente y añade:
La amplia
presencia de artistas extranjeros en las salas inquisitoriales que convirtió a
este sector en el más perseguido de todo el sector secundario, es la lógica
consecuencia de esta migración. Se manifestaron en todos los distritos de la Península
Iberica , pero con ligeras concentraciones en Toledo (dieciséis reos, la mitad
en Madrid), Zaragoza y Logroño(trece reos cada una, cinco en cada una de la
sedes inquisitoriales) Cataluña (diez reos, seis en la capital),Sevilla(ocho
reos), Cuenca (siete reos )y Valencia(
seis reos):Los otros seis tribunales no condenaron , sino a individuos
aislados. Con cincuenta personas condenadas, los franceses dominaron el grupo.
Los flamencos dieciocho en total se dedicaron a la fabricación de retablos.
Había entre ellos, tres entalladores de madera, tres imaginarios, un pintor de
retablos y dos emsambladores.Dos tapiceros condenados también eran flamencos.
Finalmente los había entre pintores (tres), plateros, (uno), relojeros (otros
dos), vidrieros, (uno).Los diez Alemanes se dividieron entre los plateros(tres)
y los relojeros(cuatro).Además tuvieron un compatriota entre los imagineros,
los pintores y los joyeros. Cinco italianos(dos plateros Milaneses y un pintor
de Torino otro de Vicencia,y el tirador
de oro genovés),un joyero polaco y un relojeros ingles de Canterbury cierran la
lista
Sorprende el
alto números de relojeros entre los reos, de los cuales nueve fueron condenados
entre 1560 y1571, es decir en una época en la que los grandes centros europeos
de relojería contaron con apenas unas personas más. Alrededor de 1560 había
unos veinte relojeros en Paris, menos de diecisiete en Blois, unos diez en Lyon
y menos de veinte en Ginebra. Solo en las ciudades alemanas de Augsburgo y Núremberg
había dos gremios de unas decenas de relojeros. El grupo de relojeros detenidos
por el Santo Oficio debe haber representado un altísimo porcentaje de los
relojeros activos en la Península Ibérica en aquel momento
Los grandes centros mencionados desempeñaron un
papel importante en la formación profesional de los relojeros europeos. De los
cuatro alemanes, uno en Paris y otro en Lyon
El inglés Joan Robín, natural de Canterbury,
condenado en 1563 por el tribunal de Valladolid, debió de recibir su formación
en España puesto que hasta 1580 no hay huellas de relojes ni relojeros ingleses
en Inglaterra. Al contrario, los pocos que trabajaron en la Corte eran todos extranjeros.
De hecho, Londres no se convirtió en un centro de relojería hasta la última
década del siglo XVI.
Es imprescindible saber que durante estas épocas
muchos se refugiaron en las montañas Castellano-
Galaicas y también en las zonas Pirenaicas, pero esto lo trataremos en otro tema,
de ahí que se especule con la formación de Juan Jalón, natural de
Châlons-sur-Marne, relojero establecido
en Londres.
Sobre todo al comienzo del siglo XVI, las perspectivas
profesionales de los relojeros eran aún limitadas, y aunque la posesión de relojes,
tanto de uso público, como de aquellos destinados a uso doméstico, ya no era
privilegio de municipios , catedrales , iglesias , monasterios, palacios reales
y alta nobleza, como ocurrió en el siglo XV donde el número de personas que podían
permitirse la adquisición de tal producto de lujo, era aún bastante reducido y
se limitaba a la alta burguesía. La demanda local pocas veces era suficiente
para que los relojeros pudiesen ganarse la vida estableciéndose permanentemente
en un lugar.
Los relojeros solucionaban las desventajas provocadas por la estructura
de la demanda combinando su oficio con otras especialidades, como la herrería y
la cerrajería antigua, Juan Jalón por ejemplo viajo en 1513 a la Península Ibérica, teniendo la edad de
veinte años, estuvo tres años en Burgos ,
después se fue a Madrid probablemente contribuyó a la creación del “Reloj de La
Puerta de Guadalajara”. Los tres años siguientes Jalón Instaló relojes en varias Iglesias de Toledo, Almorox,
Madrigal de las Altas Torres, Cebreros y Mediana del Campo. Donde trabajo para
el Marques de Villena, haciendo cinco relojes. Allí se estableció finalmente en
1519, se casó y su sedentarización, obviamente
tuvo consecuencias profesionales. El hecho de que contratase al cerrajero
Bartolomé Flamenco indica que diversifico las actividades de su taller. En los
años siguientes fabrico relojes como por
ejemplo en 1528, cuando estuvo en el Convento de los Franciscanos de Escalona.
La distancia entre el Convento y su domicilio indicaba que por aquellas épocas el número de relojeros en Castilla era
bastante reducido. A la luz de la demanda cada vez más creciente, aunque geográficamente
hablando aún bastante dispersa, hubo relojeros que prefirieron sustituir esta combinación
de oficios por una vida ambulante. En vez de asentarse en una ciudad ejerciendo
dos profesiones para completar los ingresos que la relojería no siempre daba,
el relojero empezó a viajar de una ciudad a otra, desplazándose cada vez que la
demanda de relojes se saturara.
De esta manera había relojeros que incluyeron a la Península ibérica
en si itinerario ya si como relojeros españoles que traspasaron nuestra fronteras.
Aquellos que fueron detenidos por el santo oficio habían recorrido su patria durante mucho tiempo. La decisión de viajar
desde Francia al sur sin duda se pudo motivar por las perspectivas laborales
que se les ofrecía aquí en España, pero también para aprender las técnicas y adelantos de nuestros escasos relojeros. En algún archivo de las
catedrales de España nos hemos encontrado con nombres de relojeros extranjeros, que vinieron para satisfacer la demanda de de relojes
de campanarios, que en aquella época era relativamente alta
Tomemos por ejemplo a Juan Pierret natural de
Beauvais nacido en 1539, a los diecisiete años Pierret se dirige a Lyon , uno de los primeros
centros de relojería en Europa. Antes de viajar a Madrid donde la corte era un
factor estimulante de gran importancia.
Se asentó durante un mes con el relojero
real Martin Alteman, así como el también relojero real Maese Luis Francés.
Luego inicio su propio negocio en las cercanías del Alcázar, aunque aparentemente sin ningún éxito.
Pues abandono la ciudad en para establecerse en Sevilla con su compatriota Juan
del Pozo. En breve tiempo entre su llegada y su detención por la Inquisición,
año y medio después , cobraron mucha fama por ser los dos franceses, los únicos
relojeros que quedaron en la ciudad
Sin embargo en las zonas más alejadas la combinación
de oficios persistió durante cierto tiempo más.
Juan Enríquez, natural de NImeja hizo su aprendizaje
en Amberes y Paris , viajo a Cádiz en1551 , se asentó en Baza con el
cerrajero Martin Ruiz el Mozo se asentaron
una temporada en Santa María de Campo Rus , allí entre los dos construyeron un reloj. En la
cuaresma de ¡560, por ejemplo se dirigió a Villanueva de Alcadete donde hizo un
reloj ,pues dicen que allí no había oficial que los hiciese.. Después del
matrimonio de Ruiz , este llevo a Enríquez a su propio taller trabajo durante más de cinco años , finalmente
Enríquez empezó su propio negocio en
Quintanar de la Orden , pueblo donde en aquel momento se pidió un reloj para la torre. También, después de su
proceso inquisitorial, Enríquez declaro
a los inquisidores que el allí se ganaba bien la vida. Con el tiempo se dedicó
enteramente a la fabricación de relojes,
a diferencia por ejemplo del Maese Miguel. En 1567 el tribunal de Murcia detuvo
a este francés en Caravaca, donde se había establecido.
Es la de los relojeros la información que más abunda
en los archivo de la Inquisición, aunque la vida de los otros artesanos
extranjeros a tenor de las causas abiertas no debió ser muy diferente
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