lunes, 10 de junio de 2013

La Real Fábrica de Relojería en España






Los datos históricos de esta introducción se deben, en buena parte, a la labor de investigación realizada por Paulina Junquera de Vega, Luis Montañés Fontela, junto con otros autores, y al archivo personal del propio autor.

Es copia literal de un estudio de investigación editado por el -Centro Virtual Cervantes- y que nos acerca un poco más a la relevancia que tuvo la relojería en España, por tanto forma parte de la historia y de nuestra cultura  es además la antesala de futuras exposiciones en cuanto al tema a tratar, pues siempre hemos de aprender del pasado para proyectar un futuro.

La Real Fábrica de Relojería
En 1788, Carlos III aprueba la creación de la Real Fábrica de Relojería, dirigida por el presbítero Vicente Sion y con Abrabam Matthey como maestro principal. Estuvo funcionando en la calle de Fuencarral hasta 1793. Toda una serie de circunstancias desfavorables, como la muerte del Rey a los nueve meses de su inauguración, informes contrarios a su funcionamiento y falta de subvenciones, provocaron su cierre.
Al referirnos a estas escuelas tenemos que citar al seguntino Manuel Gutiérrez. En 1770, con motivo del proyecto de la Real Escuela de Relojería, compite con los Charost por su dirección, y en 1793 intenta hacerse cargo de La Real Fábrica, sin éxito alguno en ambos casos. Hizo varios relojes para el Infante Don Luis, de quien era Relojero de Cámara, y para el Rey. En 1778 solicita la plaza de Relojero de Cámara, sin conseguirlo, volviendo a intentarlo en 1797, con igual resultado.
Parece ser que en 1800 llegó a dirigir una fábrica, bajo la dependencia de la Dirección General de Correos, en la calle de Fuencarral. Entre varias de sus obras, todas ellas de interés, destacamos el reloj de la Catedral de Toledo y una pareja de esqueletos, uno de ellos en el Palacio Real.




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