martes, 20 de agosto de 2013

Escape de Retroceso (2ª Parte)



Una de las ideas  que  Real Sociedad Económica Matritense intento llevar a cabo para sus políticas de desarrollo tecnológico, fue la creación de una Escuela de Relojería, para tal labor solicitaron la ayuda de Manuel Tomas Gutiérrez,  que envió su proyecto el 12 de diciembre de 1776.
 Solo  seis días más tarde, la clase de Artes y Oficios -sección especializada de la Económica Matritense - designo una comisión para su examen.

 En su proyecto nuestro relojero se comprometía a costear todos los gastos derivados de la erección de la Escuela, su compromiso era educar en estas disciplinas a doce o más  aprendices, durante  un periodo de siete años
 Ni que decir tiene las condiciones  en que estos discípulos deberían aprender tales artes   claramente señalados en el monográfico de Antonio Manuel del Moral  Roncal ; si bien esto era lo normal para el aprendizaje de cualquier disciplina en una época donde el Estado no acariciaba ni por lo más remoto becar a los alumnos , tampoco era reconocida la figura de algún patrocinador  o mecenazgo entregado a subvencionar “futuribles”   así que el compromiso de  nuestro Relojero entraba dentro de lo normalizado durante la época . Esto era que solo se recibía salario una vez terminado el aprendizaje de los tres primeros años, aumentando sucesivamente en cada uno de los siguientes (siete reales al día)

Gutiérrez  solicitaba para poder empezar su proyecto que la Real Academia de San Fernando, le consiguiera  el alquiler gratuito  de una casa donde poder empezar a impartir sus clases a, un sueldo como director de la Escuela de Relojería durante los primeros tres años y medio, cuya cantidad dejaba al arbitrio de  los “Amigos del País”. Asimismo solicitaba un préstamo para la compra de herramientas, maquinarias y materiales
Aunque hoy en día nos parezca  extraño esta forma  de encarar un proyecto educativo, donde apenas se distingue al maestro del empresario, en aquel tiempo suponía cierta ruptura con la enseñanza tradicional defendida por los gremios y  concretada en los” Asientos de Aprendizaje”




Por otra parte en su programa de educación profesional se comprometía a enseñar la construcción de todo género de relojes de faltriquera así como de acero y latón de manera que llegaran a perfeccionarse en el oficio hasta poder competir con la producción de los talleres ingleses y suizos; cuestión que por otra parte perseguía la clase Ilustrada
En mi opinión el proyecto que Manuel Tomas Gutiérrez  presento a la Real Sociedad Económica, era de un claro

 Avance;
 Ninguna de las cuestiones planteadas eran equivocadas, cualquier enseñanza que se implantara hoy en día requeriría  en parte de los requisitos impuestos por nuestro protagonista

Centro docente auspiciado por los Gobiernos
Dirección del Centro
Compromiso con el programa de educación
Cooperación  con las nuevas políticas  que perseguían los Ilustrados

Sin embargo al demandar finalmente Don Manuel Tomas Gutiérrez

“privilegio exclusivo para la fábrica y venta de los mencionados relojes de acero por tiempo de diez años y por consiguiente para que ninguno los pueda fabricar introducir y vender bajo penas

Fue suficiente para   que los mentores de las sociedades Económicas, entre otros el conde Campomanes, se considerara contrario a dicho plan por considerar que esta cláusula temporal de exclusividad podría considerarse  “patentes”  Luego uno de los pensamientos  (o tal vez imposiciones ) de la clase ilustrada era que tales concesiones impedían la modernización tecnológica de la Monarquía  .
Por otra parte y teniendo en cuenta que la mayoría de los fondos de la Sociedad provenían de una asignación de la Hacienda Real, el proyecto fue elevado al Consejo de Castilla. Siendo rechazado por la Monarquía
El consejo manifestó que en aquellos momentos ya se sufragaba una escuela en la Villa de la Corte bajo la dirección de los hermanos relojeros  Pedro y Felipe Charots


Retroceso

Curiosamente y como viene siendo desafortunadamente en nuestro país, tales informes y proyectos fueron utilizados para la creación de la Real fábrica de relojería que fue aprobada en 1788 por Carlos III ; dirigida por el presbiterio Vicente Sion con Abraham Matthey  como Maestro principal.
Tan solo funciono cinco años, informes contrarios a su funcionamiento y la muerte del rey provocaron su cierre.” Lo que hoy denominaríamos una violación de propiedad intelectual  con financiación a cargo de los intereses de una clase dirigente en clara decadencia”.

Independientemente de todos los aconteceres el espíritu de Don Manuel Tomas  Gutiérrez  parecía ajeno a las circunstancias , su privilegiada  constancia , si es que esto es un privilegio , consiguió que la Real Sociedad Económica  volviera de nuevo a fijarse en sus maquinarias e invenciones ; hasta tal punto que  al no poder hacer concesiones de privilegio de patentes sobre sus inventos , todos vinculados con la relojería y joyería los” Amigos del País” decidieron proponer a Manuel Tomas Gutiérrez como socio de Merito de la Real Sociedad Matritense además de plantearle de nuevo la posibilidad de elevar un memorial al Rey para sufragar una “ Real Escuela de Maquinaria “, este sería el segundo proyecto planteado y que tampoco se llevó a cabo por la fundación de este centro profesional ; las cuestiones  de este  nueva pre rogatoria  quedan maravillosamente desglosadas en este monográfico de Roncal


En 1785 nuestro infatigable relojero  presento su tercer proyecto esta vez en la creación de la Real Fábrica  de Relojería y bajo el patrocinio de la corona , la organización de dicha fabrica es sin lugar a duda  la consecuente de lo que hubiese supuesto  la formación profesional , de los doce o catorce aprendices propuesto en el programa educativo del Maestro Gutiérrez ,así  que si estudiamos con detenimiento la organización de su nuevo plan  y las fórmulas para  lanzar la manufactura relojera española  , podemos afirmar que nuestro protagonista , era un verdadero entusiasta  de lo que en otros lugares  de Europa   se estaba llevando a cabo ” revolución industrial”.



Tan solo una connotación, en España  tal revolución, se puede decir que fue lenta, tardía e insuficiente  e incluso no sabríamos decir en que marco temporal se desarrolla el proceso
La organización del programa de la Real Fábrica de Relojería, propuesto por Don Manuel Tomas Gutiérrez contaba con seis secciones

1.- Sección de Maquinas (Inversión en materiales y herramientas). A su cargo estarían tres oficiales y tres aprendices.
2.-Secion de caxas: con dos oficiales y dos aprendices
3.-Seccion de muestras de porcelana para los adornos de los relojes: con dos oficiales y dos aprendices
4.- Sección de Muelles, principales: con tres oficiales y cuatro aprendices
5.- Sección de piñones tirados por hilera, cadenas y espirales donde señalaba que los cuatro aprendices necesarios podrían ser mujeres, pero no así los dos oficiales
6,- Sección de Reloxes con cuatro oficiales y seis aprendices

Gutiérrez no solo pensó en el mejor funcionamiento de la fábrica sino en competir con la producción extranjera, para ello aconsejaba la contratación de doce Maestros ingleses que aportaran a los españoles las novedades y técnicas que se estaban produciendo en el resto del continente. Incluso hace mención al ilustrado  duque Leopoldo de Toscana que había acogido a numerosos maestros Suizos en su territorio dando facilidades para la instalación de familias al completo. Pensó en todos los detalles precisos para avanzar en un proyecto exitoso para su País incluidos los premios  y gratificaciones tal y como aconsejaba el conde Campomanes



Estudio y definió los obstáculos que impedían el desarrollo de esta manufactura relojera, procurando salvar aquellos que habían impedido o trastocado la evolución de las técnicas durante siglos anteriores , tales como la desacertada formula de importar piezas y cajas de las naciones vecinas; proponía por tanto la creación de todos los componentes de los relojes en la propia fábrica .

Otra de las acciones propuestas no podrían estar más en clara línea con el pensamiento de la primera revolución industrial y también con el ideario ilustrado de las sociedades económicas y era la introducción de mano de obra femenina en los obradores con el objeto de rebajar los precios al abonar un sueldo inferior al de los hombres, a la vez que se regulaba también su trabajo en las manufacturas
Su dedicado empeño y el convencimiento de esta labor  llevo a la Sociedad Matritense  de Amigos del País ,a llamar , afamados relojeros españoles residentes en Londres, a fin de que estos verificasen y avalasen tal propuesta , pero estos nunca pudieron comunicarse pues las políticas del estos países impedían el trasvase de ideas conocimientos yasi como la difusión  de la situación  de su estado ;los comisionados  llegaron a solicitar dictamen que nunca fue contestado por la prohibición del gobierno británico.
Así mismo Manuel Tomas, solicito que una comisión de los más refutados relojeros examinaran su plan por lo que la clase de oficios convoco a su junta del 5 de mayo a los siguientes maestros: José Liarte, Félix Bausac, Pedro Marechal, Alfonso Vizcaíno, Manuel Zerella, Casimiro Maroto, Joaquín Díaz y Sebastián Tiradas. A pesar de que todos fueron  invitados, las rivalidades profesionales hicieron que solo asistieran el primero y los dos últimos,( afirma Roncal en su estudiado monográfico)

Finalmente los maestros relojeros elogiaron  su plan al que reconocieron  estar inspirado en un bosquejo suizo aplicado en la ciudad de Ginebra con excelentes resultados
 Esta inestimable lectura hace comprender  que el "Atraso Español"  fue debido a la interferencia de las clases dominantes, que en definitiva no apoyaron nunca  “el saber y sapiencia” , sino el plagio interesado que diera renombre y categoría a una elite  incompetente
Como ya hemos dicho Don Tomas tampoco pudo intervenir en la Real Fábrica de Relojería  , pues desgraciadamente once días antes, sus miembros habían aprobado subvencionar la erección de otra manufactura de relojes bajo la dirección del presbiterio Vicente Sion y Casamayor, que se situaría en la madrileña calle de Fuencarral
No es de extrañar pues que dicha fabrica fracasara, la falta de perspectiva unida a la rivalidad que en el siglo XVIII existía entre los grandes relojeros ,inclino la balanza hacia un modelo de enseñanza  que  no buscaba el conocimiento  tecnológico ; existían dos modelos,uno basado exclusivamente en principios extranjeros y un segundo defendido por Tomas Gutiérrez, donde se mezclaban los conocimientos  tradicionales  de los talleres españoles con las innovaciones e incorporaciones de técnicas  europeas

Si en algún momento se hiciese un profundo estudio documentado sobre la  fuerte crisis que amenazo la existencia  de la Real Fábrica de Relojería ; encontraríamos que sin educación profesional  previa , ni dirección adecuada del centro,  los costes de producción resultan tan altos , que deja de ser interesante su mantenimiento ; por tanto y  quizás sin  pretenderlo” Los Ilustrados  y la Monarquía volvieron a otorgar a los talleres particulares de relojería la exclusividad de enseñar en un oficio donde el tiempo, es el que define la experiencia y capacidad empresarial 

Es cierto que aquí no acaba la historia de este Real Relojero, su vida y obra están documentadas y estudiadas  tanto el libro de Luis Montañés  Fontela, como el monográfico de Antonio Manuel  del Moral Roncal; ambos  deberían ser obligada lectura para aquellos que intenten saber por qué  el moderador impone ligeros retrocesos tras cada avance (Metáfora)

 La medida del tiempo ha sido ardua labor atraves de la historia, demasiado compleja para querer ser capitaneada por deseos inmediatos