La aparición de una burguesía urbana, que basa su
economía en el comercio, necesitaba controlar el tiempo de una forma más
rigurosa.
Para los reyes príncipes, caballeros,
mercaderes y sobre todo para el prestamista, la medida del tiempo formaba parte
de su trabajo, como una mercancía más. Las autoridades eclesiásticas les
reprochan que intentaran controlar el tiempo, que pertenecía de Dios.
Comienza
así, como nos dice Le Goff, una guerra no declarada entre la Iglesia y la
burguesía que, con la ayuda de los progresos tecnológicos y la aparición del
reloj en las ciudades, modifica el ritmo del tiempo. “El tiempo se hace
laico, tiempo de los relojes de las torres o atalayas, que se consolida frente
al tiempo clerical de las campanas de las iglesias”
Después de
esta serie de desarrollos e inventos, los relojes mecánicos se despliegan
gradualmente en todas las ciudades de Europa. Esquemáticamente:
- 1350 - 1360: la difusión del norte de Italia a las principales ciudades principescas europeas.
- 1360 - 1370: la distribución en las principales ciudades del Imperio alemán, los Países Bajos y Francia.
- 1371 - 1380: una mayor difusión a las ciudades medianas
- Finales del S.IVX, se extendió a las fronteras de Europa (1395 a San Santiago de Compostela, 1404 en Moscú).
- 1450: Después de una desaceleración en la expansión entre 1410 y 1450, se hace de forma sistemática impulsada por los distintos gobiernos establecidos.
En el siglo
XIII, el rey castellano Alfonso X el Sabio en su obra “ Libros de los relogios” incluida en los “Libros del
Saber de Astronomía” describe cinco tipos de relojes: el reloj de la piedra,
que no era más que uno de sol; el reloj de agua o clepsidra; el reloj de
candela, una simple vela de cera con una larga mecha que duraba toda una noche;
el reloj de mercurio o relogio del argent vivo, en esencia una clepsidra
con mercurio, plata viva, como se denominaba entonces; y por último el reloj
de palacio de las horas, un sistema muy ingenioso de medida del tiempo, que
seguramente nunca llegó a construirse y que consistía en un enorme reloj de sol
del tamaño de un edificio circular con doce aberturas o ventanas por donde
entraría sucesivamente la luz que incidiría reflejada en el suelo.
En España,
en un inventario de la catedral de Toledo realizado en la segunda mitad del
siglo XIII aparece citado un "orologio desbaratado”
Todos ellos
eran artefactos poco fiables a la hora calcular con precisión el tiempo en las
ciudades, que no obstante seguía marcado allí por unas campanas que no sonaban
para indicar los momentos de rezo, sino los tiempos de trabajo. Comenzaban su repicar
al comienzo de la jornada y volvían a sonar a la hora de la comida y después
del tiempo de descanso, para volver a tocar cuando el trabajo terminaba.
Esta campana
de trabajo en las ciudades supuso un avance, pero los comerciantes y artesanos
necesitaban una forma de medirlo con mayor exactitud.
Durante la
baja edad media se denominaba horologium a cualquier artefacto capaz de
medir el tiempo, pero ello no fue posible hasta eldesarrollo
del mecanismo de escape
Estos primeros
relojes proporcionaban al trabajo un sentido matemático y un marco temporal. En
amplias zonas de Europa se estableció la hora de 60 minutos que equivalía a la
vigésimo cuarta parte de una jornada. Sin embargo aún no tenían la precisión
exacta requerida, ya que la temperatura afectaba a la expansión y contracción
de sus piezas metálicas y hacía que sufrieran variaciones de 15 a 30 minutos al
día, por lo que era necesario regularlos diariamente
Por otra parte no en todos los lugares de Europa establecieron
a la vez la hora de 60 minutos
Entre tanto los relojes de seis horas italianos
comenzaban su computo a las seis de la mañana saliese el sol o no. Hasta 1880 no se
adoptó en toda Italia, ya unificada la hora europea .Lo que parece evidente es
que con estos relojes se menospreciaban las horas nocturnas. Así conocemos el reloj “contrahorario”
hebreo, de la sinagoga del barrio Josefov Praga o el reloj contrahorario de doble giro
El primer reloj que existe en el mundo de este tipo : el que realizo el matemático e ingeniero Pietro Fanganzo en 1583 para el Palazzo della Ragione de Clusone (Bérgamo Italia) .
El
Circulo fijo del muro tiene dos series de XII horas en sentido decreciente.
Por otra parte, las esferas interiores son giratorias, son similares a los demás relojes italianos de torre de este género.
Como está orientada hacia el sudoeste, se quiere pensar que el autor trato de simular la situación del sol en el cielo .
Realmente la numeración comienza a las VI ( hora italiana ), que con las otras VI ocupan la línea del horizonte; pero el índice (un sol ) hace el giro en sentido contrario; es decir de izquierda a derecha, en el semicírculo inferior, de derecha a izquierda, en el superior, al contrario que en todos los relojes.
Por otra parte, las esferas interiores son giratorias, son similares a los demás relojes italianos de torre de este género.
Como está orientada hacia el sudoeste, se quiere pensar que el autor trato de simular la situación del sol en el cielo .
Realmente la numeración comienza a las VI ( hora italiana ), que con las otras VI ocupan la línea del horizonte; pero el índice (un sol ) hace el giro en sentido contrario; es decir de izquierda a derecha, en el semicírculo inferior, de derecha a izquierda, en el superior, al contrario que en todos los relojes.
En un reloj holandés de pasillo (caja alta), firmado “Anthonnius Hovenaer fcitLeyde” del Museo de Zaans, con cuatro esferas, hay un segundero central que cuenta los segundos en sentido inverso Conociendo tantos datos vamos conformando un calendario eso sí, de momento es imposible adjudicar a un reino o país el invento o instalación del primer reloj público. Los primeros relojes comunales debían ser mecanismos muy simples que carecían de esfera y seguían informando de la hora a través de las campanas.
Sabemos que
durante los siglos XIV y XV aparecen relojes mecánicos en muchas ciudades de
Alemania, Francia e Inglaterra. En Italia, fue Milán la primera en instalar uno en la torre del campanario de
San Eustorgio en 1309.
Años después, la torre del palacio de la Cité de París luce el primer reloj
público de la ciudad gracias a la iniciativa del rey Carlos V de Francia. Este
reloj aún se conserva, al igual que el de Praga, uno de los más famosos de
Europa. Se trata de un reloj astronómico
, denominado familiarmente “Orloj” por los checos, que fue realizado alrededor
de 1486 por Nicholas de Kadan y Jan Sindel. Consta de un reloj que marca la
hora e informa de la posición del sol y la luna en el cielo; un calendario circular
con la representación de los meses de año y un sofisticado mecanismo que
permite, desde el siglo XVII, la aparición de las figuras de los doce apóstoles
cada mediodía.
Cuando aparecieron los primeros relojes de torre. Marcadores del
tiempo civil y unificador de horario
comunitario los primeros lugares donde
fueron instalados fueron en catedrales de Inglaterra y Francia. Posteriormente
vinieron los de los edificios públicos e iglesias.
El Astrario de Giovanni
Dondi, de la segunda mitad del siglo XIV, es una de las obras maestras de la
relojería italiana. Precursor de los relojes mecánicos, perteneció a Carlos I,
desapareció en España en el siglo XVI,
En el siglo
XV obtienen cada vez mayor propagación los distintos tipos de relojes mecánicos
y en su estructura se introduce un perfeccionamiento importante, a saber el
resorte de reloj. Aparecen relojes de resorte de mesa de dimensiones
relativamente pequeñas, cuya masa no superaba varios kilos
.
En los
primeros relojes existía solamente la aguja (la manecilla) de la hora. Existen
innumerables documentos donde esta aguja señalaba la hora en un cuadrante
solar.
Entendemos
que estas breves síntesis y apuntes históricos no són regla , y a medida que se
estudian y van saliendo información las cosas van siendo diferentes en cada lugar, por esto
hay mecanismos asociados a campanas y sin esferas hasta el siglo XVI mecanismos de dos ajugas que en cambio
carecen de esferas, mecanismos con
diales , enmarcados en las mismas épocas y diferentes lugares, añadir que las
investigaciones nos han dejado claro que muchos relojes han sido manipulados
posteriormente añadiendo elementos,
tales como ruedas minuteros , ejes hacia las esferas ,etc. por esto cada reloj
merece su propio estudio y proyecto divulgativo todo caso de encarar una
restauración de calidad
Hemos de
entender que esto es una aproximación al curso de las cosas pero conoceremos
que muchos de los relojes cumpliendo su
misma misión, no contemplan las mismas características
Los relojes
desde este punto de vista son máquinas que marcan el transcurrir del
tiempo. Acotar el terreno nunca es fácil, establecer límites en el tiempo,
decir cuál es el comienzo y el final, seria arriesgado y presuntuoso. Nadie ha
conseguido establecer los orígenes del reloj mecánico o la fecha exacta de su
invención, o su inventor lógicamente pues la suma es lo que cuenta por ende siempre hablamos de evolución y esto
es y será así mientras no encontremos una firma de autor adherido a un
documento fiable, a veces ocurre que apoyándose en unas bases sean varios
quienes lleguen a idénticas conclusiones. Así pues siempre estamos utilizando referentes conocidos
En
la antigüedad se desarrollaron maravillas técnicas, todavía muy desconocidas,
que pudieron haber sido utilizadas en la medición del tiempo. Así con todo no podemos obviar algunas
informaciones de estudiosos precedentes
a atribuir el ” primer reloj mecánico”
de cual nos dicen fue construido
en el siglo XII en la abadía inglesa de Dunstable, en Bedfordshire
En algunos relojes medievales el rodamiento de un reloj
de sonería se componía de siete ruedas: dos ruedas móviles transmitían la
fuerza motriz y el movimiento a los órganos siguientes, una pequeña rueda daba
el movimiento a un elemento móvil del sistema de fijación (la esfera) y cuatro
ruedas accionaban el sistema de sonería. Por lo tanto si el reloj no tenía
sonería, se componía de tan sólo tres ruedas, y sus correspondientes piñones.
El principio
medieval del rodamiento a tres ruedas se modificó con el transcurso del tiempo,
y se fueron añadiendo ruedas, sobre todo en el caso de relojes muy
perfeccionados, provistos de dispositivos de medidas del tiempo diferentes,
astronómicos por ejemplo, o en el caso de los relojes con autómatas, en que había mecanismos auxiliares encargados del movimiento de estos, también
relacionado con el rodamiento principal del reloj como ocurre con el de
sonería, que debía activarse al ser la hora.
En
definitiva , la sucesión de hechos narrados , no solo contribuyen a las características técnicas de los artilugios, sino también obedecen
criterios de racionalización del tiempo marcados por reyes príncipes y de más caballeros
de orden , que en su pretendido afán por controlar el tiempo civil , ejercían gran presión sobre
los artífices relojeros , para ganar así
la pretendida puntualidad sobre la sociedad , a la par que la reconocida
competencia por realizar las mas bellas obras artísticas y técnicas que coronarían las torres de Europa .
La presión del tiempo en la vida cotidiana es
cada vez más importante. mientras que la información temporal vaga suficiente
para resolver la vida social, en la edad media, nos encontramos inmersos en una
serie de tiempo específico. En general, cuando una precisión de alrededor de
una hora no fue suficiente, nos pusimos
avanzar en conseguir el minuto más
aproximado
En esta evolución de la presión del tiempo,
los pasos más notables en la transformación vinieron a finales 1656, donde aparición de una nueva tecnología de control
(escape) inventado por Huygens pasaría a
otorgarnos una precisión de alrededor de un cuarto de hora al día más o menos
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